miércoles, septiembre 20, 2006

Historia de Ossco y Jaspi - novena entrega

Una mañana como tantas otras, Ossco reposaba en su silla de mimbre cuando Jaspi se plantó frente a él de un salto y le clavó la mirada más pérfida de la que un oso es capaz. Mirada de zorro, de tigre, de hiena a punto de atacar.

— ¡Villano! —le lanzó esta palabra a Ossco como si de una bala se tratara. Ossco le aguantó la mirada y luego lentamente cruzó las piernas y se colocó una mano bajo la barbilla.
—¿Querías algo, querido Jaspi? —preguntó con todo el sarcasmo del que es capaz un oso malo.
—¡Bellaco! —escupió de nuevo Jaspi, y la boca le temblaba, sin duda por articular tales palabras a las que no estaba acostumbrado. —¡Cómo te atreves a tocar mis flores!
—¿Tus flores? por nada del mundo me acercaría yo a tus flores. Apestan tanto como tú.
Jaspi abrió mucho la boca. Luego la cerró. Dio una patada a la silla en la que reposaba Ossco y el oso malo fue a parar de bruces al suelo. Desde allí vio cómo Jaspi arrancaba las florecillas de su jardín una a una y pisoteaba luego la tierra para arrancar las raíces. Cuando ya no quedaba más que el marrón de la tierra vacía, Jaspi se giró hacia Ossco y lo amenazó:

—Como te vuelvas a acercar a mi plantación, te tiraré al río con una piedra atada al cuello. Y ni la gorda esa podrá salvarte.

Luego se alejó a toda prisa por entre los árboles y Ossco lo oyó canturrear una canción alegre típica de los osos buenos cuando están contentos. También oyó una especie de gruñido ahogado que parecía venir de los árboles, pero no le dio importancia porque bastante trabajo tenía en levantarse y arreglar la silla. Lulú, con los dos puños dentro de la boca para ahogar su rabia, planeaba ya la venganza.

3 comentarios:

Myrddyn dijo...

Ja, al final no va a ser Ossco el psicópata asesino, sino Lulú. ¿Quién iba a decirlo? Lo mejor será que desmembre a Jaspi y luego se ahorque en el árbol más robusto.

Aunque esto parece descartar la teoría de que Jaspi envenenaba las flores. A no ser que esté secretamente enamorado de Ossco y montara todo el numerito para salvarle la vida.
Esta historia empieza a intrigarme.

Pipilota dijo...

A mí lo que más me ha gustado es la vívida imagen del Lulú con los dos puños dentro de la boca XD

Y me ha dejado impactaíta la agresiva actitud del traficante. Me lo esperaba más ladino, rastrero y cobarde, no sé porcua.

Anna C P dijo...

Me alegro de que os intrigue la historia ^_^ Yo tengo un pequeño problema con los números ordinales, así que tal vez todo termine precipitadamente por no poner en evidencia mi ignorancia >_<