viernes, marzo 31, 2006

cielo presente despejado de dudas

"Qué pasa negro?"

Esto me lo pregunta Bruno cada vez que me ve, y me lo pregunta porque en uno de sus momentos de azucar alto y mente distante, me dijo que los amigos de verdad deberían de tener un saludo reconocible, y yo le sugerí este. Los amigos de verdad. La amistad es algo muy subjetivo que cada uno la interpreta como buenamente puede o quiere, pero indiferentemente cuál sea la opinión, una ley básica es no traicionar la confianza de un amigo. Tan sencillo como parece, es una ley que en muchas ocasiones nos saltamos a la torera. Esto es lo que hice yo con Bruno. No soy persona de dar mi amistad fácilmente, más bien lo contrario. Lo que tampoco me gusta hacer es despreciar los buenos sentimientos que otras personas tienen hacia mi. Es una cuestión de educación, de ética, de principios. Si alguien es amable contigo, aunque no te caiga bien, no seas muy duro con él, porque él intenta dar lo mejor de si, aunque tú no sepas apreciarlo. Bruno me considera un gran amigo suyo, a pesar de concerme de hace poco, piensa que hemos conectado, ha visto algo en mi. No sé qué habrá descubierto o creido descubrir, pero sus sentimientos hacia mi son buenos. ¿Y yo qué hago? Lo veo con una pala y me lo imagino partiéndole la crisma a Tristán. Soy un ser vil, por mucho propósito de enmienda que haga.

Resulta que Tristán ni se ha ido, ni tenía intención de irse. Cuando Xoalde me dijo que mi vecino se marchaba, yo me escandalicé, entré en un estado de nerviosismo tal, que fui incapaz de ver con claridad lo que estaba pasando. Tristán no se iba, estaba arreglando su casa para que fuera habitable. Es normal que tuviese todo en cajas, puesto que había llegado ese mismo día. Sus nervios; los propios de un traslado. Yo que sufrí uno tan recientemente, debí de entender la situación. Desconozco si mi amigo Xoalde me quiso gastar una broma, o si su inocencia fue comparable a mi espesez, pero el caso es que su comentario me confundió grándemente.



Tristán (des)empacando.

¿La pala de Bruno? Ayer mismo descubrí que este particular perro tiene afición por la paleontología, y cada tarde después de comer, sale con su pala a ver si por suerte encuentra algún fósil. Su alegría posterior no puede tener más razón que el exito de su búsqueda.

En fin, espero aprender una lección de todo esto, aunque sea que en Ynis se pueden encontrar fósiles con la ayuda de una pala.

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