una prueba exitosa
Y una prueba más. Esta vez bastante exitosa, diría. Puesto que me gusta dibujar con lápiz mucho más que con tinta, he pensado una nueva metodología para pintar directamente sobre el lápiz, y que quede bien.
La solución es de lo más sencilla y evidente. En vez de aplicar una propiedad de multiplicar a cada color que se pone sobre el dibujo, lo que hago es multiplicar el dibujo y poner capas bajo él. De este modo, los colores no se mezclan entre sí, y no quedan pegotes raros en las juntas de los mismos, sino que donde empieza uno, acaba el otro.
Por lo tanto este dibujo no es otra cosa que eso, una prueba. Una prueba exitosa, eso sí.
La solución es de lo más sencilla y evidente. En vez de aplicar una propiedad de multiplicar a cada color que se pone sobre el dibujo, lo que hago es multiplicar el dibujo y poner capas bajo él. De este modo, los colores no se mezclan entre sí, y no quedan pegotes raros en las juntas de los mismos, sino que donde empieza uno, acaba el otro.
Por lo tanto este dibujo no es otra cosa que eso, una prueba. Una prueba exitosa, eso sí.
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