sábado, abril 08, 2006

el aviador fresquito

O "fresquito el aviador", como más os guste. El caso es que el otro día me compré un gorro de aviador en la tienda de Nook, y no he podido evitar hacerme una foto con él. Bueno, no sólo hacer una foto a decir verdad, desde que lo tengo voy con él a todas partes, de tal modo que cuando me lo quito me siento como desnudo.

Nunca de pequeño quise ser piloto, nunca he soñado con volar, de hecho, las dos veces que he subido en avión lo he pasado bastante mal, pero mira, una vez bien crecidito, empezó a maravillarme la idea de poder ser libre de los ejes que nos sujetan al suelo, de las fuerzas que nos empujan hacia abajo. Desde hace unos cuantos años siento una envidia sana de las aves y se me dibuja una estúpida sonrisa cada vez que me imagino teniendo el poder de alzar el vuelo. Si lo hiciera acabaría vomitando y pasándolo horrible, pero como en el mundo de las imaginaciones cosas como el estómago o los mareos no tienen cabida, yo soy feliz.

En fin, que aquí teneis la foto que me he hecho en la que se muestra sin la menor duda, la infantil alegría que siento portando este singular gorro.

Yo, siendo feliz como un niño

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